abril 19, 2025
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La Trachemys Scripta Elegans, también conocida como galápago de la Florida, es una especie bastante conocida. Puede alcanzar los 30 centímetros de longitud, siendo las hembras más grandes que los machos. Su cuerpo es de color verde oscuro e incluye algunas pigmentaciones en color amarillo. Sin embargo, su rasgo más destacado seguramente sea el de poder practicar artes marciales, manejar armas cuerpo a cuerpo… y que bautizaron a un personaje de un grupo famoso de estas tortugas con el nombre del Maestro (así, con mayúscula) del que hoy venimos a escribir.

Artista, inventor, escultor, científico, arquitecto, ingeniero, astrónomo, y hasta pseudo personaje de la ficción en el cine y la televisión son algunos de los títulos que cobijan a Leonardo Da Vinci, uno de los personajes de la historia que se ha convertido en una figura de ejemplo para la humanidad en occidente.

Leonardo da Vinci nació el 15 de abril de 1452 y falleció en Francia, el 2 de mayo de 1519, y fue un destacado renacentista multidisciplinar que encarna el ideal del hombre del Renacimiento: un sabio versado en multitud de disciplinas, que iban desde las artísticas hasta las versadas en el conocimiento científico, pasando por la filosofía.

Aunque incursionó en el invento de todo tipo de dispositivos como el paracaídas, una máquina voladora o hasta un tanque de guerra, su legado más universal y conocido está en el campo de la pintura, con obras de máxima importancia para la historia del arte occidental como La última cena, La Gioconda o Mona Lisa, las cuales han pasado a la historia como imprescindibles en las colecciones más importantes del planeta, como el museo del Louvre de París.

Autorretrato del artista.

Infancia

Leonardo, o Lionardo según su acta bautismal,​ fue bautizado y pasó sus cinco primeros años en la casa de su padre en Vinci,​ donde fue tratado como un hijo legítimo (en realidad no lo era, pero eso lo dejamos para la sección de ‘Salseos’).​ Tuvo cinco madrinas y cinco padrinos, todos ellos habitantes del pueblo.

Aprendió a leer y a escribir y adquirió conocimientos de aritmética, sin embargo, prácticamente no aprendió latín, base de la enseñanza tradicional. El hecho de que tuviese una ortografía caótica muestra que su instrucción no estuvo exenta de lagunas; en todo caso no fue la de un universitario.

El joven Leonardo era un amante de la naturaleza, que observaba con gran curiosidad. Dibujaba caricaturas y practicaba la escritura especular (es decir, con “efecto espejo”) en dialecto toscano. Vasari cuenta una anécdota sobre los primeros pasos de su carrera: “…un día, ser Piero tomó algunos de sus dibujos y se los mostró a su amigo Andrea del Verrocchio y le pidió insistentemente que le dijera si Leonardo se podría dedicar al arte del dibujo y si podría conseguir algo en esta materia. Andrea se sorprendió mucho de los extraordinarios dones de Leonardo y recomendó a ser Piero que le dejara escoger este oficio, de manera que ser Piero resolvió que Leonardo entraría a trabajar en el taller de Verrocchio. Leonardo no se hizo rogar y, no contento con ejercer este oficio, realizó todo lo que se relacionaba con el arte del dibujo”.

Fue así como, a partir de 1469, Leonardo entró como aprendiz a uno de los talleres de arte más prestigiosos bajo Andrea del Verrocchio, a quien debe parte de su excelente formación multidisciplinaria, en la que se aproxima a otros artistas como Sandro Botticelli, Perugino y Domenico Ghirlandaio. ​ En efecto, a finales de 1468, aunque Leonardo estaba empadronado como residente del municipio de Vinci, viajaba muy a menudo a Florencia, donde su padre trabajaba.

El primer trabajo de Leonardo que se conoce es una parte del Bautismo de Cristo de Verrocchio y sus alumnos. Otra pintura que parece datar de este periodo es La Anunciación. En estas dos Anunciaciones, Leonardo ha representado a la Virgen María sentada o de rodillas a la derecha de la imagen, y un ángel de perfil que se acerca a ella desde la izquierda. Gran parte del trabajo es realizado en el movimiento de la ropa y las alas del ángel. Aunque anteriormente dicho trabajo fue atribuido a Domenico Ghirlandaio, el trabajo es ahora casi universalmente atribuido a Leonardo. Entre 1478 y 1482, pintó Madona Benois, una obra que le ha sido atribuida, pero es muy debatida en cuanto a su fecha de ejecución. Fechada hacia 1474-1476, otra pintura que ha sido atribuida al pintor florentino es un pequeño retrato, Ginebra de Benci. La Virgen del clavel, cuya fecha de ejecución se presume entre 1478 y 1480, es otra de sus obras de este periodo.

La Anunciación

Los locos 80’s

En la década de 1480, Leonardo recibió dos grandes encargos y comenzó a trabajar para otra obra que fue igualmente de gran importancia en términos de composición. Uno de estos cuadros fue el de San Jerónimo.​ La fijación audaz e innovadora de la composición de esta obra, con los elementos del paisaje y el drama personal, aparece igualmente en otra gran obra inacabada, la Adoración de los Magos, un encargo de los frailes de San Donato en Scopeto. Fue un cuadro muy complejo, y Leonardo realizó numerosos dibujos y estudios preparatorios, entre ellos uno muy detallado para la perspectiva lineal de una ruina de arquitectura clásica que sirve de fondo a la escena.

San Jerónimo

En 1480, el pintor florentino hizo La dama del armiño, pero en 1482, a petición de Lorenzo de Médici, marchó a Milán para ganar los favores de Ludovico Sforza, por lo que abandonó dicho cuadro.​ La tercera obra importante de este período fue La Virgen de las Rocas, que fue un encargo de la cofradía de la Inmaculada Concepción de Milán.

La Adoración de los Magos

Los 90’s

Entre 1495 y 1498 Leonardo pintó La Última Cena, que representa la última comida compartida por Jesús con sus discípulos; fue ejecutada directamente sobre un muro del convento de Santa Maria delle Grazie en Milán. Trabajaba del alba al crepúsculo sin detenerse para comer, para así dejar de hacerlo los tres o cuatro días siguientes,​ que topó con la incomprensión del prior del convento.​ Es una obra maestra en su concepción y caracterización,​ que ha recibido la admiración de artistas como Rubens y Rembrandt.​ La obra ha tenido que ser restaurada constantemente debido a la técnica utilizada por Leonardo.​ Entre 1499 y 1500, Leonardo dibujó la obra Santa Ana, la Virgen, el Niño y san Juanito, también conocida como el Cartón de Burlington House.

El nuevo siglo

Entre 1503 y 1506 trabaja en un pequeño retrato, La Gioconda, que se ha convertido en uno de los cuadros más famosos de la pintura occidental.​ La obra representa a Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo. Fue un cuadro muy querido por Leonardo y que tuvo con él hasta su muerte. Su aspecto actual es engañoso debido a una gruesa capa de barnices oscurecidos, cuya eliminación se está demorando por los riesgos que implica.

«La ciencia fue el capitán, la práctica fue el soldado»

A pesar de ello, es una obra en estado de conservación inusual, ya que no tiene ningún signo visible de reparaciones, sobrecapa o repintes, lo cual es un hecho muy raro en una pintura de esta época.​

Sus dibujos

Leonardo no fue un pintor prolífico, pero en cambio, fue un dibujante muy productivo; llegó a llenar sus diarios de pequeños croquis y dibujos muy detallados para dejar constancia de todo lo que había atraído su atención. Además de sus notas, existen numerosos estudios de sus pinturas, del que algunas son bocetos preparatorios de obras como Adoración de los Magos, La Virgen de las Rocas y La Santa Cena.​ Su primer dibujo fechado fue Paisaje del valle del Arno de 1473, donde se puede observar el río, las montañas, el castillo Montelupo y, más allá, las explotaciones agrícolas hechas con gran detalle.​

Entre los dibujos más célebres está el Hombre de Vitruvio, un estudio de las proporciones del cuerpo humano y que se ha vuelto otro icono mundial del arte.

Sus cuadernos

Sus notas y dibujos, estando fechados los más antiguos en 1475,​ muestran una gran variedad de intereses y de preocupaciones, incluso simples listas de la compra o de dinero prestado. Hay composiciones de cuadros, estudios de detalles y de tapices, estudios sobre las expresiones faciales, animales, disecciones, bebés, estudios de botánica y geología, máquinas de guerra, máquinas voladoras y trabajos de arquitectura.​

Estos carnets (inicialmente hojas volanderas de diferentes tamaños y tipos, regalados a su muerte por sus amistades) han encontrado su lugar en colecciones importantes.

Los diarios de Leonardo parecen haber sido destinados a su publicación, dado que muchas hojas tienen una forma y un orden que facilitan la edición. En muchos casos, un solo tema, por ejemplo, el corazón o el feto humano, están tratados en detalle, tanto en el texto como en los dibujos, en una sola hoja.​ Este modo de organización minimiza igualmente las pérdidas de aquellas hojas que fueron posteriormente distribuidas. La razón por la que no fueron publicadas en vida de Leonardo es todavía desconocida, si bien se piensa que pudo deberse a que la sociedad de su época, y especialmente la Iglesia católica, no estaban preparadas para recibir los estudios anatómicos.

Estudios científicos

El método científico de Leonardo se basaba fundamentalmente en la observación, “la ciencia fue el capitán, la práctica fue el soldado”.​

Sus investigaciones científicas no se refieren exclusivamente más que a lo que ha estado acompañado de la práctica. Leonardo intentó comprender los fenómenos describiéndolos e ilustrándolos con mucho detalle, no insistiendo demasiado en las explicaciones teóricas. Sus estudios sobre el vuelo de los pájaros o el movimiento del agua son sin duda muy destacables. Como le faltaba formación básica en latín y en matemáticas, los investigadores contemporáneos ignoraron al sabio Leonardo; sin embargo, su sorprendente autodidactismo lo llevó a aprender latín solo.

Su nivel de física fue bastante limitado, no fue nunca artillero y nunca formuló teoría alguna relativa a la balística. Sin embargo, como lo atestiguan algunos de sus esquemas, Leonardo pudo intuir, como se podía observar en un surtidor de agua, arguyendo que no existía parte rectilínea en la trayectoria de un proyectil de artillería, al contrario de lo que se creía en aquel tiempo. De igual manera, estudió los temas relacionados con la luz y la óptica;​ y en hidrología, la única ley que llegó a formular tuvo relación con los cursos de agua. En cuanto al ámbito de la química, puso a punto un alambique y algunas investigaciones sobre alquimia que practicó en Roma.​

Medicina y anatomía

La formación inicial de Leonardo sobre anatomía humana comenzó mientras aprendía con Andrea del Verrocchio, quien insistía en que todos sus alumnos tuvieran conocimientos de anatomía.​ Como artista, pronto fue un maestro de la anatomía topográfica, realizando numerosos estudios sobre músculos, tendones y otras características anatómicas visibles. Diseccionó cadáveres de criminales como parte de sus estudios anatómicos. Las condiciones de trabajo fueron particularmente penosas debido a los problemas de higiene y conservación de los cuerpos.

Realizó muchos dibujos sobre anatomía humana, de huesos, músculos y tendones, del corazón y el sistema vascular, del sistema reproductivo y otros órganos internos, y gráficos sobre la acción del ojo. Estas observaciones contienen a veces inexactitudes debidas a los conocimientos de la época,​ por ejemplo, un estudio hecho por él sobre el flujo sanguíneo. Realizó uno de los primeros dibujos de un feto dentro del útero, y la primera comprobación científica conocida de la rigidez de las arterias en respuesta a una crisis cardiaca. Como artista, Leonardo observó de cerca los efectos de la edad y de la emoción humana sobre la fisiología, estudiando en particular los efectos de la rabia. Dibujó igualmente numerosos modelos, algunos de ellos con importantes deformaciones faciales o signos visibles de enfermedad. También estudió la anatomía de numerosos animales. Diseccionó vacas, pájaros, monos, osos y ranas, con el único fin de comparar la estructura anatómica de estos animales con la del hombre. También hizo estudios sobre los caballos.

Inventos

Junto a Herón de Alejandría, se considera a Leonardo un precursor importante de un cierto número de máquinas modernas. Sin embargo, más allá del asombro que provoca la imaginación prospectiva del autor, se puede constatar rápidamente que el funcionamiento real de las máquinas no debió ser su principal preocupación: el helicóptero habría girado sobre sí mismo como una peonza, el buzo se habría asfixiado y el barco de palas nunca habría podido avanzar. ​Sin embargo, se ha postulado también que Leonardo introdujo intencionalmente errores específicos en sus diseños para evitar que otros pudieran realizar la construcción viable de sus artefactos.

En una carta dirigida a Ludovico Sforza, afirma ser capaz de construir todo tipo de máquinas, tanto para la protección de ciudades como para su asedio. Tras su fuga a Venecia en 1499, encontró empleo como ingeniero y desarrolló un sistema de barreras móviles para proteger la ciudad de los ataques terrestres. También proyectó el desvío del río Arno para irrigar los campos toscanos, facilitó el transporte e incomodó el acceso marítimo a Pisa, la rival de Florencia.​ Sus cuadernos presentan un gran número de «inventos» a la vez prácticos y realistas, destacando las bombas hidráulicas, mecanismos de manivela como la máquina para mecanizar tornillos, aletas para obuses de mortero, un cañón a vapor, el submarino, varios autómatas, el carro de combate, el automóvil, flotadores para «caminar sobre el agua», la concentración de energía solar, la calculadora, la escafandra, el casco doble para barcos y los rodamientos de bolas. En cuanto a la bicicleta, su paternidad no está clara.

Un examen cuidadoso de los bocetos indica, sin embargo, que varias de estas tecnologías fueron o bien tomadas prestadas de predecesores inmediatos —la turbina hidráulica de Francesco di Giorgi Martini, la cadena de transmisión articulada de Taccola—, o bien la herencia de una tradición más antigua —el martillo hidráulico se conocía en el siglo xiii los sifones y los acueductos ya eran visibles en la obra del romano Frontino, los autómatas recreativos ya habían sido descritos en la época helenística. Pero Leonardo también fue innovador. Fue probablemente uno de los primeros ingenieros de su época que se interesó por el trabajo mecánico de los metales y en particular del oro, el más maleable. Su originalidad se pone de manifiesto en la máquina voladora y en unas cuantas máquinas textiles, en las que tuvo la oportunidad de aplicar su sentido de la observación a la regularidad de los movimientos. El telar mecánico, la máquina de cardar y la de «afeitar las sábanas» lo convierten probablemente en el primero que trató de mecanizar una fabricación industrial.

La máquina para pulir espejos, que supuso la resolución de un cierto número de problemas para obtener superficies regulares, planas o cóncavas, la concibió durante su estancia en Roma mientras estudiaba la producción de imágenes. Paradójicamente, Leonardo da Vinci se interesó poco por inventos de su época hoy considerados muy importantes, como la imprenta, si bien es autor de una de las más tempranas representaciones gráficas de una prensa de imprenta.​

Años finales

En 1516 Leonardo abandonó la ciudad papal para marchar a Francia. Francisco I le había ofrecido el puesto de «primer pintor, ingeniero, arquitecto y mecánico del rey», impresionado tal vez por un autómata de Leonardo que Juliano de Médicis le enseñó durante un encuentro en Milán: “un león que caminaba unos pasos y luego abría su pecho que aparecía lleno de flores de lis”, según cuenta Vasari.

El anciano artista se alojó en la agradable mansión de Cloux, a escasa distancia del palacio de Amboise. Allí pasó los tres últimos años de su vida, dedicado a sus estudios científicos y a sus grandiosos proyectos de ingeniería –como la conexión del Atlántico y el Mediterráneo mediante un canal entre los ríos Loira y Saona–, hasta su muerte el 2 de mayo de 1519. Fascinado por el transcurso del tiempo, “que se desliza sin ser notado y engaña a los mortales”, Leonardo da Vinci repartió el suyo entre números y letras, entre el arte y la ciencia. Sólo contemplando su producción artística y científica en conjunto se aprecia la verdadera dimensión de este genio universal.

… y para colmo fue una Tortuga Ninja…

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